¿Ortodoncia después de los 30?

Si hace unos años  nos hubiesen dicho que llevar brackets de ortodoncia después de cumplir los treinta sería algo más que normal, probablemente no hubiéramos dado crédito. Pero si miras un poco a tu alrededor, seguro que podrás comprobar que el uso de este sistema es cada vez más frecuente, e incluso podemos decir que está de moda. La doctora Sara Moreno, ortodocista, nos dará su visión en este post.

Personajes influyentes como Madonna, Emma Watson, Tom Cruise, Myley Cirus  y otras tantas celebrities, lucen o han lucido aparatos dentales sin ningún complejo. Y es que se están convirtiendo en una opción más popular que otros tratamientos que gozan de mayor discreción como son la ortodoncia transparente. Esta exposición de personas influyentes, ayudan y mucho a que la ortodoncia esté viviendo un momento dorado en las personas mayores de treinta años.

“Es más, ayuda también a que los más pequeños en el cole, ya no sean objeto de burlas o bromas por llevar brackets”, Nos comenta la doctora Sara Moreno. La aceptación y normalización en la sociedad de los “aparatos”, ya está aquí.

Sin dejar aún lo mediático del asunto, nos fijamos como en la publicidad de grandes marcas de la moda. Ponen en alza incluso lo estético que para muchos puede llegar a ser tener este sistema que corrige la posición de nuestros dientes mientras sonreímos. Anuncios como el que la prestigiosa marca francesa con sede en París Yves Saint Laurent lo podemos encontrar en la calle. “Personalmente, encuentro el anuncio muy estético, incluso sensual. Juega con una estética que podemos encontrar fácilmente en algun conocido o conocida. Parte con el típico cuerpo bonito, para centrarse exclusivamente en una boca bonita. Se encuentran incluso aparatos falsos para hacerse fotos como sus celebrities favoritas, o simplemente por moda. No es aconsejable esta practica en ningún caso, y siempre deben ser colocados por especialistas cualificados y conocedores de las técnicas.”

Pero entrando en el tema que nos ocupa, esta moda saludable tiene una serie de ventajas que los pacientes que superan la treintena enumeran. Más allá de buscar gustarte y/o gustar a los demás, sacamos una pequeña lista de conclusiones con las opiniones más generales de los pacientes;

  1. Desarrollas nuevas técnicas de limpieza.  Lo que antes te tomaba dos minutos de pronto te lleva diez. Conforme van pasando las semanas te vuelves más habilidoso con el cepillo, los interdentales, el hilo dental y la cera ortodóntica. ¿Quién dijo que nadie aprende después de los treinta?
  2. Te acostumbras a vivir con alguna  molestia puntal. Nada cambia sin un poco de resistencia, y menos tus dientes. Cuando acudes a consulta y te ajustan el aparato, sabes que vivirás varios días con molestias y ya cuando por fin te acostumbras a una posición regresas de nuevo a un ajuste. No hay tiempo para el descanso en este tipo de tratamiento habitualmente.
  3. Aprendes a sonreír con ganas. Poco a poco vas adquiriendo confianza en tu apariencia. Aunque al principio pensabas que lucías como un extraterrestre entrado en años, con el paso de las semanas vuelves a sonreír para las fotos y si bien te va, hasta subes selfies a tu Instagram ya sin pena alguna.
  4. Ayuda a mantenerte en tu mejor línea.  Después de lavarte los dientes sabes que no puedes comer cualquier cosa a la hora que te apetezca, por lo que empiezas a planear muy bien tus comidas. Al ser más ordenado, el efecto inmediato es bajar de peso.
  5. Crees que eres el único treintañero que usa aparatos cuando en realidad hay miles. Piensas que nadie sufre más que tú y que eres el único que se ha sometido a un tratamiento siendo mayor, pero en realidad te equivocas. Mágicamente te das cuenta de que en la calle, en el transporte y en todos lados hay personas mayores de treinta con el mismo tratamiento dental. No, no eres tan especial como imaginabas
  6. Esa sensación de rejuvenecimiento. Lo mismo te pasa cuando tus amigos te dicen que con frenos pareces un adolescente, aunque te vistas como todo un godín. Buscar sentirnos saludables está demostrado que nos hace rejuvenecer. La juventud, como la vejez, son estados de ánimo.
  7. Los tres beneficios: Salud, estético, psicológico. Por último y para nosotros los aspectos más importantes en un tratamiento de ortodoncia, se resumen en los tres mencionados en este punto que pasamos a describir.

 

Salud

En definitiva, los aparatos de ortodoncia lo que hacen es mejorar la posición y, con ello, la función de nuestros dientes. Esto tiene varias consecuencias positivas.

Por un lado, se consigue mejorar la higiene, ya que los dientes están alineados, en lugar de apiñados o amontonados.

De esta manera, es más fácil retirar los restos de comida con el cepillo de dientes, evitando que se acumulen y den lugar al desarrollo de bacterias.

Al mejorar la higiene dental y, por tanto, al evitar el crecimiento de bacterias, se reducen las posibilidades de padecer caries o una enfermedad periodontal.

Por otro lado, mejorar la posición de cada diente beneficia la funcionalidad de toda nuestra boca.

Es decir, una buena posición hace que las diferentes piezas dentales que tenemos en la boca ocluyan -muerdan- correctamente y contacten de manera óptima.

De esta manera, no se producirán desgastes innecesarios -y a la vez muy perjudiciales- en los dientes.

En este punto, conviene saber que un desgaste excesivo y prolongado en el tiempo puede llegar a causar el debilitamiento y la posterior pérdida de la pieza dental.

 

Estética.

 Ésta es, posiblemente, la ventaja más evidente de todas las que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en un tratamiento ortodóncico.

Con la mejora en la posición de los dientes, conseguimos que la sonrisa tenga un aspecto atractivo, saludable y armónico. Y, además, mucho más juvenil.

Esto no solamente hace que nos veamos más favorecidos cuando nos miramos al espejo. Lo que es más importante: tiene unas implicaciones psicológicas que vamos a detallar en el siguiente punto.

 

Plano Psicológico. 

tener unos dientes amontonados o apiñados,  hace que no estemos contentos con el aspecto de nuestra sonrisa.

Y, lo cierto, es que muchas personas llegan a la edad adulta sin haber estado nunca satisfechas con el aspecto de su sonrisa.

Por ello, o evitan mostrarla o no disfrutan plenamente al hacerlo por miedo a mostrar sus imperfecciones.

Esto, a la larga -y dependiendo de la persona-, puede acabar provocando muchas inseguridades, incomodidad o malestar.

 

Si te gusto este post, o necesitas más información. no dudes en ponerte en contacto con nosotros! En nuestra clínica dental nuestros profesionales estarán encantados de ayudarte.