La importancia de cuidar los dientes de leche de nuestros pequeños
Los dientes de leche son muy importantes para la salud y el desarrollo de tu hijo. Le ayudan a masticar, a hablar y a sonreír. También guardan espacio en las mandíbulas para cuando salgan los dientes permanentes que están creciendo debajo de las encías. Cuando un niño pierde un diente demasiado pronto, los dientes permanentes pueden moverse hacia el espacio vacío que ha dejado y hacer difícil que otros dientes adultos encuentren sitio para salir. Te mostramos en el siguente post, como y cuando empezar a cuidar de la salud bucodental de nuestros pequeños.
La definición para los dientes de leche o primarios suele estar bastante clara entre la sociedad. Sabemos que son los dientes temporales que empiezan a salir a los 6 meses de edad y que nos acompañarán si no hay incidencias hasta que se caiga y salga nuestro diente definitivo, el que nos acompañará el resto de nuestra vida o hasta su pérdida. Primero salen los dos dientes centrales inferiores. Hacia los 30 o 36 meses se completa la dentadura de 20 dientes de leche. A los seis años empiezan a caer y a salir los dientes permanentes.
La importancia de estos dientes primarios solemos desconocerla, y por este motivo, vamos a tratar en este post la función que realizan durante su periodo de vida nuestros dientes de leche, como tratarlos y cuando acudir al odontopediatra (dentista especialista en niños). Para cualquier consulta no dudes en contactar con nosotros, Nuestro equipo atenderá sus dudas encantados.
La mayoría de los niños tienen un juego completo de 20 dientes primarios a la edad de 3 años. Fíjate en esta tabla cronológica de dientes de ADA (American Dental Association), para ver el orden en que los dientes salen y a qué edades puedes esperar que aparezcan dientes específicos. Cada niño es diferente, pero usualmente los primeros dientes que salen están localizados en la parte delantera de arriba y de abajo de la boca.
Cuando salen los primeros dientes, algunos bebés pueden tener las encías irritadas o sensibles. Masajear con cuidado las encías de tu hijo con un dedo limpio, una cucharilla fría o un paño húmedo puede aliviarlo. También puedes darle un anillo de dentición para que lo muerda. Si tu hijo sigue de mal humor y adolorido, consulta a tu dentista o tu médico.
Los dientes de leche son muy importantes para la salud y el desarrollo de tu hijo. Le ayudan a masticar, a hablar y a sonreír. También guardan espacio en las mandíbulas para cuando salgan los dientes permanentes que están creciendo debajo de las encías. Cuando un niño pierde un diente demasiado pronto, los dientes permanentes pueden moverse hacia el espacio vacío que ha dejado y hacer difícil que otros dientes adultos encuentren sitio para salir. Esto puede causar que se tuerzan o apilen los dientes. Por eso, comenzar con una buena salud oral puede ayudar a proteger los dientes de un niño en décadas venideras.
Tan pronto como aparezca el primer diente y no después de su primer cumpleaños. Una visita al dentista a una edad temprana es un "chequeo del bienestar oral del bebé". Además de buscar caries y otros problemas, el dentista puede enseñarte a limpiar los dientes de tu bebé adecuadamente y a manejar hábitos tales como chuparse el dedo.
- Empieza a lavarle la boca a tu bebé durante los primeros días después de nacer, limpiándole las encías con una gasa húmeda y limpia o con una toallita. Tan pronto como salgan sus primeros dientes, puede desarrollarse una caries. Los cuatro dientes delanteros de un bebé salen de las encías a los 6 meses de edad, aunque a algunos niños no les sale su primer diente hasta los 12 o 14 meses.
- Si el niño tiene menos de 3 años, empieza a cepillarle los dientes con suavidad tan pronto como le empiecen a salir, usando un cepillo de tamaño infantil y una cantidad de pasta dental fluorada no mayor a un grano de arroz. Cepíllale los dientes con cuidado dos veces al día (mañana y noche) o sigue las indicaciones de tu dentista o de tu médico. Supervisa a tus hijos cuando se estén cepillando para asegurarte de que usan la cantidad adecuada de pasta de dientes.
- Si los niños tienen entre 3 y 6 años, utiliza una cantidad de pasta dental fluorada del tamaño de un guisante. Cepíllale los dientes con cuidado dos veces al día (mañana y noche) o sigue las indicaciones de tu dentista o de tu médico. Supervisa a tus hijos cuando se cepillen y recuérdales que no se traguen la pasta de dientes.
- Hasta que estés cómodo con la idea de que tu hijo se cepille los dientes solo, sigue cepillándole los dientes dos veces al día con un cepillo de tamaño infantil y una cantidad de pasta fluorada del tamaño de un guisante. Una vez que su hijo tenga dos dientes para tocar, debe comenzar a limpiarlos diariamente.