¿Cómo afecta el frío a tus encías?
Cuidar de tus encías durante el invierno es crucial para mantener una buena salud bucodental. ¡No dejes que el frio te afecte!.
Las bajas temperaturas pueden tener varios efectos en las encías y en la salud bucal en general. Aquí te explico algunos de los efectos más comunes:
Sensibilidad dental: Cuando hace frío, es común que los dientes y encías se vuelvan más sensibles. Esto ocurre porque el frío puede causar una contracción de los vasos sanguíneos en las encías y, en algunos casos, exponer las raíces dentales, aumentando la sensibilidad al frío.
Mayor riesgo de inflamación: Las bajas temperaturas pueden afectar la circulación sanguínea en el área de las encías, lo que reduce el flujo de nutrientes y defensas en esa zona. Esto hace que las encías sean más propensas a inflamarse e, incluso, a desarrollar problemas como gingivitis, sobre todo si ya existe un problema de salud bucal previo.
Sequedad bucal: En invierno, las personas suelen respirar más por la boca debido a la congestión nasal, lo que contribuye a la sequedad bucal. Esto es un problema porque la saliva ayuda a proteger las encías de las bacterias. La falta de saliva puede favorecer la acumulación de placa bacteriana, incrementando el riesgo de infecciones y de problemas en las encías.
Retracción de encías: Las bajas temperaturas pueden agravar problemas de encías retraídas, especialmente en personas con encías sensibles. Las encías retraídas dejan expuestas partes del diente que son más vulnerables a las caries y la sensibilidad dental, especialmente al frío.
Dolor y molestias: En algunas personas, el frío causa un efecto de contracción en los tejidos de las encías, lo que puede causar molestias o dolor al exponer áreas sensibles. Esto se puede intensificar si se consume alimentos o bebidas muy frías durante épocas de bajas temperaturas.
Usa enjuagues bucales y cremas específicas para la sensibilidad: Existen productos que ayudan a reducir la sensibilidad dental y proteger las encías.
Mantén una buena hidratación: Bebe suficiente agua para combatir la sequedad y favorecer la producción de saliva.
Evita cambios bruscos de temperatura: Trata de evitar bebidas o alimentos muy fríos y, si estás al aire libre, cubre tu boca para que el aire frío no afecte directamente tus encías.
Mantén una buena higiene bucal: Cepíllate y usa hilo dental para evitar la acumulación de placa, que puede causar inflamación.
Con estos cuidados, puedes reducir el impacto de las bajas temperaturas en tus encías y mantener una buena salud bucal durante el invierno.