Los riesgos del collar de ámbar para bebés
¿Ayudan a paliar el dolor de dientes? ¿Son una solución milagrosa? O, por el contrario, ¿pueden ser peligrosos para los bebés?
Los collares de ámbar para bebés son uno de esos remedios caseros anunciados en Internet que prometen acabar con el dolor de dientes. Pueden encontrarse incluso en farmacias.
Siempre alertamos contra los “productos milagro” que prometen resultados casi mágicos, pues muchas veces son engañosos y perjudiciales.
En este caso nos hacemos varias preguntas que responderemos con el siguiente artículo.
¿Qué son los collares de ámbar para bebés?
Los collares de ámbar son collares de resina de pino que hace años se pusieron de moda. Dicen que es un analgésico y antiinflamatorio natural que aliviar el dolor generado por la primera etapa de la dentición
¿Puede el ámbar reducir el dolor de los dientes?
En teoría, estos collares los compran las madres y los padres pensando que pueden aliviar a los bebés las molestias de la salida de los dientes de leche, es decir, de la dentición.
En principio esto se lograría cuando las bolitas amarillas del collar entran en contacto con la piel del bebé, supuestamente porque liberan un ácido succínico que es como un antiinflamatorio que se absorbe por la piel, llega a la sangre y por tanto, se cree que se elimina el dolor de la dentición.
La realidad no es esta… la verdad es que para que el ámbar libere esa sustancia deberá estar calentado a 200ºC y eso es imposible sabiendo que la temperatura corporal de un niño oscila entre los 36 y los 37ºC. Además, la piel tiene capas protectoras que no permiten que esta sustancia penetre y llegue a la sangre. Por lo tanto, como te hemos contado, la eficacia real de estos collares en el alivio de la dentición de tus bebés es CERO
Los riesgos del collar de ámbar en bebés
Aunque lleven tiempo en uso y de hecho se sigan recomendado para que el bebé no sufra tanto en la fase de dentición, lo cierto es que los collares de ámbar no dejan de ser un riesgo. No olvidemos que no dejan de ser collares formados por pequeñas piedras, que no solo podrían no ayudar al bebé, sino convertirse en un auténtico peligro para su salud.
Se ha advertido a los padres que no utilicen collares de ámbar contra las molestias de la dentición después de que varios bebés murieran por asfixia o por tragarse las cuentas del collar.
Por otro lado, puede romperse y el pequeño puede tragarse una perla o el cierre magnético. Además, estos accesorios pueden provocar dermatitis de contacto.
Finalmente, los collares para la dentición pueden ser una fuente de bacterias dañinas recolectadas del entorno del bebé, incluido el Staphylococcus aureus sensible a la meticilina (MSSA), que puede causar infecciones de la piel.
Formas seguras de reducir el dolor dental en niños
La dentición comienza a partir de los 6 primeros meses de vida, aproximadamente. Hasta que terminan de salir los dientes de leche, el bebé puede sentir mucho dolor y una gran inflamación el su encía. Por ello, no está de más saber ciertas formas seguras de reducir estas molestias.
Existen muchos mitigadores del dolor de la dentición que pueden calmar las encías doloridas del bebé con seguridad. Algunas soluciones que puedes utilizar son:
- Juguetes para morder. Los juguetes plásticos o de goma son excelentes para aliviar el dolor de las encías.
- Cosas frías. Para ayudar a adormecer y aliviar el dolor de la inflamación, ensaye a usar toallitas mojadas que han sido enrolladas y congelas (ate un nudo en la punta para facilitar el mordisqueo). Evite los aros de dentición para congelar sólidos; son demasiado duros para las bocas de los niños.
- Masaje. Masajear o frotar delicadamente las encías podría brindarle mucho alivio a su pequeño. Recuerde lavarse las manos para masajear las zonas doloridas en la boca de su bebé con su dedo o nudillo.
- Medicamentos. Si esto es insuficiente, pregúntele a su pediatra si puede darle una dosis de acetaminofén o paracetamol. Los geles o cremas anestésicas que contienen benzocaína no son recomendables para los bebés
El uso de collares de ámbar y, en general, de productos milagrosos no suele resultar como esperabas. Muchas veces, sin quererlo, ponemos en riesgo la salud oral. Por ello, consulta siempre con un especialista y sigue sus instrucciones. De este modo, tu bebé terminará la etapa de dentición sin problemas.